lunes, noviembre 08, 2010

la bolsita y la piedra…

Era sábado, reunión con los primos, hace tiempo que no los veía, al menos a algunos de ellos. Sentados alrededor de la mesa, con la cerveza en una mano y los dados en la otra, algo así estaba la reunión. Casi siempre los puestos son los mismos, eso siempre me ha llamado la atención. Y es cuando empiezan las bromas, en realidad las mil bromas, comentarios y risas. Pero algo fue diferente en esta ocasión y es que me sorprendió de sobre manera cuando la prima Pawa me entregó una pequeña bolsita de papel, para esto el resto de primos estaba preguntándose que diablos había en la fundita de papel y claro salieron palabras de broma como “la merca cósmica”… cuando la abrí encontré un pequeño colgante de mi piedra favorita, el ojo de tigre… wow!!! que sorpresa, una de las más gratas que el cosmos me ha regalado últimamente. Grax Pawa. Okas, hace meses que no nos habíamos reunimos, pero la ultima vez fue especial y conversamos mil horas, ella estaba triste y yo también, hablamos de todo y de nada, de las personas y de las relaciones humanas, de la música, del cosmos, de la familia, las pelis y los libros, y entre ese mix de temas, salió lo de mi piedra de la suerte, la cual he tenido algunas pero cada cierto tiempo se pierden. Y bueno ya tengo un nueva gracias a una conversa de terapia mutua y el corazón de oro de la prima Pawa. Lo veo, lo puedo sentir en el pecho cual si fuera un gran suspiro, tengo gente maravillosa a mi alrededor, personas que el cosmos ha puesto en mi vida y soy grato por toda esta magia. Por lo pronto estoy preparando un par de escritos más debido a los pedidos y mails sobre los escritos pasados, espero tenerlos listos pronto.

Mañana será otro día, tal vez mejor que hoy... Qué me traerá el cambio de piel...

jueves, noviembre 04, 2010

esta brújula no apunta al norte...

En estas ultimas semanas, estuve leyendo a Laura Restrepo entre otros, es que la verdad tengo la mala o buena costumbre de leer algunos libros a la vez, ya que la verdad, muchas veces necesito cambiar de ambiente literario. Me decía una amiga que debería terminar un par de los cinco libros antes de seguir comprando otros más que me llaman la atención, y claro ese el el problema de tener en cola libros recién comprados que esperan ser leídos cuando el cupo esté disponible, sin mencionar la atención dispersa.
En el caso de Laura Restrepo, se pueden decir muchas cosas, hay información datos y libros. En este pequeño escrito no voy a hablar de datos exactos, fechas y cosas que podemos ver en Google a tan sólo un clic, intento ver a la mujer tras el personaje, no verla como la gran escritora, o la activista política legendaria, la exiliada, o la mediadora con el M-19 que tanto sonaba durante mi infancia, aunque reconozco que me perdí los comentarios y noticias de los 70’s sobre este grupo. Una vida movida, es básicamente eso, miles de experiencias mezcladas, montones de destinos, realidades cruzadas y algo que pocas personas del mundo poseen, la cualidad de casi no tener miedo, no hablo de miedo al daño físico, hablo del miedo a vivir, a compartir, a comprender otras realidades, a salir de la zona de confort. Lo de nuestra autora es algo singular, ya que su feliz infancia (y bueno eso dice ella en las entrevistas) la vive de manera pseudo nómada gracias a su padre, la experiencia de pasar por varios colegios y haber salido de muchos debido a la ideología de su padre. La influencia trotska es muy marcada, su vida como y con los trotskos, el conocer diversas realidades, los noviazgos con personas que según ella eran de otras clases sociales, el querer trabajar en las fábricas, recorrer lugares de la ciudad que nunca conoció. Su experiencia como docente con sólo 17 años, compartir sus creencias, sus experiencias. No puedo ni imaginarme lo que fue para ella luego de tantos años de militancia el haber dado a luz a su hijo Pedro, solo las madres o los padres pueden entender eso. Tener a ese pequeño de su mano, abrazarlo, sentirlo suyo, olvidar por unos minutos que el mundo no es equitativo, que no hay política, no hay Trotsky, no hay USA, no hay ni izquierdas ni derechas, no hay nada más, en ese minuto sólo existen ella y su pequeño argentinito corriendo para el aeropuerto, luego de la propuesta del M-19. Una mujer con ideales a prueba de balas, siempre tratando de comunicar el resto del planeta, que lo que se vive el Colombia es tan sólo el espejo de lo que puede llegar a pasar en cualquiera de los otros países, un ser humano preocupado de que los países hermanos no sigan los mismos pasos de su país natal. "A veces me preguntan: ¿usted todavía es marxista? y yo respondo que sí, hasta que me ganen para el Budismo Zen... ¿Uno puede dejar de ser y volverse otra cosa? Todavía no conozco nada mejor." ¿Esto no es acaso una prueba de su temple e idealismo? Pero qué ha hecho que esta mujer haga lo que hace y la verdad me quedo sin respuesta. Encontrar la piedra filosofal que la transformó sería algo que jamás me atrevería a hacer, simplemente puedo inferir que su vida estuvo llena de experiencias que la convirtieron en lo que hoy en día es. Experiencias que no siempre han sido placenteras, momentos de alegría y profunda tristeza, como casi todo el mundo, pero estoy prácticamente seguro que esas experiencias le mostraron un mundo nuevo, más amplio, vio ese fragmento de perfección que existe en todo y que suele pasar desapercibido, algo parecido a lo que hoy en día entiendo como experiencias marabrillantes, antes sabía que existían pero no tenía la etiqueta para catalogarla, y bueno todavía no puedo, pero ya tengo el termino de referencia, estas experiencias sólo se las puede vivir y si ponemos atención podemos notar que suceden cada día.

Mañana será otro día, tal vez mejor que hoy... Qué me traerá el cambio de piel...