lunes, julio 18, 2011

la maldita foto...


Noche fría de Quito, caminamos más de una cuadra; habíamos salido para bailar y tomarnos un trago, llegamos a la puerta del Aguijón (bar de música alternativa en Quito, que por cierto me encanta), hay algunos jóvenes delante nuestro en la entrada, les piden la identificación, observo como cada uno de los jóvenes saca su identificación con recelo, en unos caso tratando de tapar la foto y al ser interrogados por el bouncer, escucho excusas como “es que salgo feasa”, “si soy yo pero salgo con cara de muerto”…  

Eso es algo que nunca voy a entender, cada vez que me ha tocado sacar mi cédula de identidad o renovar mi licencia de conducir he notado que hay personas que llevan todo un kit de belleza o similares, siempre hay un hombre que saca un peine del bolsillo para domar su frondosa cabellera dándole forma por 5 minutos, otros acuden al agua, las mujeres sacan sus respectivos espejos y maquillaje, se retocan el cerquillo, y no falta la mamá que le limpia la cara al niño con la manga de su suéter y algo de saliva, pero a la hora de la hora no pasa nada…

Esperamos ansiosos el momento de la entrega del documento, y la verdad es que lo hacemos para ver la foto, ver como hemos salido, en esos segundos te olvidas que de que estás sacando un documento que necesitas, en ese momento tienes la misma expectativa que cuando eras niño y abrías un paquete de cromos para pegar en el álbum… pero lo abres y no te toca el que te faltaba.   Y nos pasa eso recibimos el documento con nuestra foto, lo vemos y pronto lo guardamos con desilusión en la cara.  Y es la verdad, una vez más salimos en la foto como criminales, villanos de película o los enemigos de Mazzinger o el malo de alguna japoanimación.  Son terribles, todas esas fotos salen mal, no importa si eres alta o baja, flaco o gordo, guapa o feo, siempre salen mal, de hecho siempre sales peor.  He visto a chicas muy guapas en la vida real que salen espantosas en la foto, y claro ver esas fotos toma tiempo ya que nunca te las dejan ver.  Será que les hacen algo a los lentes de las cámaras en las instituciones públicas???  No lo sé, pero la realidad es que esas fotos son una porquería y a su vez son la cosas más graciosa para compartir con amigos, aparecen nuevos apodos, comentarios y bromas… de ver la foto de los amigos han salido los mejores y más perdurables apodos, pelo arrecho, nobita, mamá lucha, barrilete, etc.

Y bueno esa es la historia de las cédulas de identidad, las licencias de conducir y cualquier otro documento oficial.  Pero anímate a mostrarla a sacarla con orgullo, mostrar la foto en la que sales como monster, muppet, compadre lagartijo, etc y que se enteren de tu segundo nombre aunque sea Reinaldo, Elvis, Yadira, etc.  Simplemente disfrutemos de todo esto, riamos y esperemos con suerte que la próxima vez la foto si salga bien.  Mientras tanto trata de ver todas las que puedas de tus amigos.
 


Mañana será otro día, tal vez mejor que hoy... Qué me traerá el cambio de piel...